2. La empresa como sistema

 

Para hablar del funcionamiento global de la empresa, debemos considerar la empresa como un sistema, es decir, como un conjunto de elementos relacionados entre si y con el sistema económico global, que se dedica a transformar entradas o inputs en salidas o outputs, mediante un proceso ya sea manual, mecánico o automatizado.

Este sistema tiene varias características importantes:

1. Está formado por diferentes subsistemas. Así tenemos el subsistema real (formado por el de aprovisionamiento, producción y comercialización), el financiero (inversión y financiación) y el directivo (planificación, organización, dirección y control).

2. Es global, ya que necesariamente están todos los subsistemas relacionados entre sí.

3. Se autorregula por sí mismo, ya que no necesita la intervención de ninguna entidad ajena al sistema empresarial.

4. Es abierto, pues está siempre en contacto con el entorno que lo rodea, como veremos a continuación.

 

 

3. Componentes de la empresa

 

Los componentes de la empresa son los distintos elementos que forman parte de ella. No hay que pensar solo en objetos materiales ya que a veces los inmateriales son incluso más importantes. Vamos a ver algún ejemplo de cada uno de ellos antes de pasar a explicarlos:

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Vamos a ver ahora con detalle cada uno de los cinco grupos anteriores de elementos que forman parte de la empresa.

 

1. Capital físico: elementos materiales que pertenecen a la empresa.

2. Capital humano: personas que trabajan en la empresa. Aquí encontramos los trabajadores, el empresario (nos referimos al dueño de la empresa) y el equipo directivo o tecnoestructura.

3. Capital financiero: el dinero de la empresa. Hay que contar también las deudas que otros han contraído con ella.

4. Elementos intangibles: son elementos no materiales. Fundamentalmente las marcas que posee la empresa, los diferentes logotipos, las patentes o el software que la empresa posee. En una empresa como Coca Cola, las diferentes marcas que posee (la misma Coca Cola, Fanta, etc.), sus logotipos y sus patentes pueden valer mucho más que el resto de la empresa.

También forma parte de este grupo los conocimientos que poseen los trabajadores o know-how. En muchos casos es un elemento muy valioso para la empresa.

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5. El entorno: como su nombre indica, es todo lo que rodea a una empresa. Si pensamos un poco vemos que hay cosas que son común a todas las empresas de una localidad, región o país pero otros elementos son propios de cada empresa. Dos tiendas que están a escasos metros y se dedican a lo mismo, pueden tener muy diferente clientela.

Antes de ver con detalle sus componentes, hay que indicar que el entorno tiene ciertas características importantes como la de ser turbulento, con una fuerte e incluso a veces deseleal competencia de las empresas competidoras que le rodean; complejo por la serie de diferentes conocimientos e información necesaria para interactuar y por último dinámico, con cambios rápidos y frecuentes.

 

• Entorno general: engloba los factores que reflejan la realidad exterior de la empresa. Son los factores más alejados de la empresa sobre los que su capacidad de influir es mínima y que afectan, más o menos directamente, a todas las empresas por igual de una misma región.

  • Factores políticos, como la ideología del partido gobernante o la estabilidad política

  • La legislación que afecta a la empresa. Se refiere al conjunto de normas jurídicas que ordenan la actividad de la empresa. La normativa que ejerce el Estado influye en todo el país, como la laboral, pero no son los únicos. Comunidades autónomas y ayuntamientos juegan un papel muy destacado. Dentro de este apartado podemos incluir la fiscalidad, que varía entre comunidades y entre localidades de la misma provincia.

  • La situación económica, los tipos de interés, el desempleo, el nivel de desarrollo general del país etc. son factores que pueden influir a todas las empresas de un mismo país. La crisis del COVID19 ha llevado a muchas empresas a la ruina y no solo de España, sino gran parte del mundo. Las consecuencias de esa pandemia es un elemento que forma por desgracia, parte del entorno general.

  • Factores socioculturales, como el nivel cultural o los hábitos de consumo. El sol y el clima por ejemplo, es uno de los elementos que influyen en que España tenga una enorme cantidad de bares y terrazas y más en el sur que en el norte.

  • La tecnología. Este factor es un poco general y hace referencia al conjunto de la tecnología que existe en un país o una zona de este: fibra óptica, comunicaciones, desarrollo tecnológico, etc. Es cierto que vivimos en un mundo tan globalizado que hoy es fácil para una empresa adquirir la tecnología que necesita para su funcionamiento, pero piensa en las dificultades que puede encontrar una empresa localizada en un pueblo remoto de España o de otro país mucho menos desarrollado.

  • Factores ecológicos. Cada vez más se le está dando más importancia a este factor, en buena parte debido a la conciencia social que poco a poco va calando en el consumidor sobre su importancia: contaminación, zonas verdes, contaminación acústica o lumínica, etc.

    El conjunto de estas variables se conoce análisis PESTEL (Político, Económico, Sociocultural, Tecnológico, Ecológico y Legal).

• Entorno específico: es propio de cada empresa. Es el más cercano y sobre los que la empresa tiene cierta capacidad de influencia o puede modificarlos de alguna manera.

  • Los clientes. Sus características propias y conocerlos es quizás lo más importante a la hora de crear un negocio. Hace unos años observé como un sufrido emprendedor abría un pequeño negocio de placas y trofeos. No hacía falta ser un genio para hacer números y ver cuántos campeonatos o conmemoraciones iban en total a necesitar sus servicios. Trofeo a la valentía para él, pero derrota en visión comercial.

  • Los proveedores, que se encargan de suministrar la materia prima a la empresa. Puede influir de manera apreciable, aunque a veces casi pasa desapercibida. ¿Nunca te has planteado por qué los refrescos de una misma marca saben diferente de un país o región a otra?.

  • La competencia, ya sea por su ausencia o por el grado de presencia y agresividad de esta.

  • Los intermediarios. Están por un lado los financieros, aunque es cierto que internet hace que la mayoría de las gestiones se hagan telemáticamente, pero a veces la oficina es esencial (préstamos, leasing, etc.). Por otro están los intermediarios comerciales que se encargan de llevar el producto de la empresa al consumidor y que como veremos en un tema posterior juegan un enorme papel en el mundo empresarial.

 

4. Funciones de la empresa.

 

• Valor añadido

  Es la utilidad adicional que tiene un bien o servicio como consecuencia del proceso de transformación.

El papel empresarial es fundamental en la sociedad del siglo XXI. Los productos que ellas nos venden y nos ofrecen, mejoran nuestra calidad de vida. Por tanto, estas cumplen unas funciones fundamentales que son:

1. Crean o aumentan la utilidad de los bienes: mediante el proceso de transformación, generan un valor añadido o agregado al producto. Cuando compramos una lata de atún, tiene un precio superior al que tendría el atún recién pescado. Ya está limpio, en aceite y preparado para ser consumido.

2. Asumir riesgos: riesgos en cuanto a que las empresas para poder desarrollar su actividad debe realizar una serie de inversiones que espera recuperar a través de la venta de sus bienes o servicios que no siempre obtienen la rentabilidad esperada.

3. Función productiva: transformando inputs en outputs y mediante una necesaria división del trabajo. Gracias a esto y al elevado volumen de producción, el coste del bien o servicio y su consiguiente precio es generalmente muy bajo, beneficiando al consumidor.

4. Función social: la última pero no la menos importante, ya que contribuyen a la creación de empleo, al avance tecnológico y al bienestar de la sociedad, no olvidando muchas veces su lado oscuro en cuanto a la responsabilidad social que veremos más adelante.

 

5. Objetivos de la empresa.

 

Los objetivos de la empresa no son otra cosa que los resultados que esta espera alcanzar., ya sean a corto plazo (tácticos u operacionales) o a largo plazo (estratégicos). Podemos clasificarlos por varios criterios. El más importante es en función de que sea económico o social:

Objetivos económicos: buscan el aumento del beneficio empresarial. Aquí tendríamos el aumento de sus ingresos; la disminución de sus costes; aumentar su cuota de mercado aumentando su número de clientes a costa de las empresas competidoras o el aumento de la productividad de la propia empresa.

Objetivos sociales: en este caso son aquellos que en cierta forma buscan mejorar la relación con su entorno. Aquí entran un variopinto número de objetivos tales como mejorar la imagen de la empresa y del producto que ésta vende; aumentar la satisfacción tanto de los clientes, trabajadores e incluso proveedores y respeto al medio ambiente.

Otra forma de clasificar los objetivos sería dividirlos entre cuantitativos, que son aquellos que expresan una variable numérica (los económicos) y cualitativos, que expresan variables cualitativas (los sociales).

 

El conflicto de objetivos.

 

Cumplir con los objetivos anteriores conlleva necesariamente que entren en confrontación los intereses particulares de los distintos grupos que conforman la empresa y se debe mantener un cierto equilibrio entre todos ellos. Así tendríamos:

El empresario, que buscará conseguir el mayor beneficio, la mejora de la imagen de la empresa o su crecimiento entre otras.

Los trabajadores, que quieren mejorar sus condiciones laborales (salarios, estabilidad, etc.).

Estado, que debe cobrar los impuestos correspondientes, así como hacer cumplir la legislación que afecta a la empresa.

Clientes, que desean que el producto que adquieren tenga la calidad deseada así como el cumplimiento de otros aspectos como plazo de entrega o garantía postventa.

Proveedores, que quieren cobrar en el plazo establecido y ...

Las instituciones de crédito, que desean asegurarse la devolución de sus préstamos a la empresa.

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6. Departamentos o áreas funcionales de la empresa.

 

Has estudiado las funciones que cumple la empresa pero algo distinto son las secciones, áreas funcionales o departamento en que esta se divide cara a alcanzar sus objetivos. Este curso está dedicado al estudio de todas ellas. Son las siguientes:

• Área de dirección: es la encargada de establecer los objetivos y de organizar los distintos elementos de la empresa.

• Área financiera: dedicada a la inversión, financiación, contabilidad o fiscalidad.

• Área de producción: se encarga de la compra de materias primas (lo que se llama aprovisionamiento), además de su transformación y almacenamiento. También es la encargada del control de calidad.

• Área de recursos humanos (RRHH): reclutamiento, selección y formación del personal. También de la prevención de riesgos laborales.

• Área comercial o de marketing: se ocupa de la investigación de mercados y del marketing.

 

Ejercicio 1: cada oveja con su pareja.

 

Mueve cada elemento con el ratón al contenedor correspondiente, para clasificar entre entorno general o específico de una empresa, dedicada a la fabricación y venta de ropa artesanal.

Recuerda que el entorno específico afecta a esa empresa en concreto y el general afecta a todas las empresas de la región.

 

 

 

Ejercicio 2. Rellena los huecos.